«Investigando el Tajo 2023». Programa del ciclo de conferencias de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss
05/05/2023La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss recibe reconocimiento por su destacada labor en la conservación del medio ambiente
07/06/2023Análisis del estado de conservación de la cuenca del río Guadarrama.
Consecuencias en el municipio de Batres. Enero de 2023
El trabajo realiza un análisis detallado del estado ambiental de la cuenca del río Guadarrama, así como sus efectos en el municipio de Batres. Igualmente se hace un análisis de las normativas ambientales que son de aplicación en el ámbito de la cuenca del río Guadarrama.
El informe está parcialmente financiado por el Ayuntamiento de Batres.
- En el trabajo se realiza un análisis del estado ambiental de la cuenca del río y sus efectos en el municipio del sureste madrileño, junto con el análisis de las normativas que son de aplicación
- El informe recoge la falta de calidad de las aguas del río, con unos niveles de nutrientes y sustancias químicas (cipermetrina y mercurio en biota) por encima de lo marcado por la legislación
- El río Guadarrama sufre un estado de especial deterioro en su tramo medio (construcciones ilegales, viviendas fuera de ordenación, vertidos incontrolados, tráfico de vehículos a motor) que generan un fuerte impacto en el espacio fluvial y en la conservación de los espacios naturales protegidos
- Del análisis jurídico se deduce que la solución requiere de un trabajo compartido entre los tres niveles de la Administración del Estado.
La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ha presentado el informe “Análisis del estado de conservación de la cuenca del río Guadarrama. Consecuencias en el municipio de Batres”. Se trata de un trabajo encargado desde el Ayuntamiento de Batres (Madrid), ante el deterioro del río a su paso por esta localidad. El informe recoge un análisis del estado de conservación de la cuenca, desde la sierra de Guadarrama hasta la confluencia con el río Tajo en Toledo. Además, contiene un estudio de la aplicación de la normativa ambiental y los usos incompatibles en el territorio.
En el estudio se recoge la baja calidad de las aguas del río Guadarrama. La alta presión urbana genera un considerable volumen de vertidos a la cuenca. De este modo, el porcentaje de aguas residuales que soporta el río Guadarrama respecto a las aportaciones naturales varía en torno al 70-98% del total. La calidad del agua se ve afectada no solo por el volumen, sino también por la calidad del vertido recibido. La evaluación del estado de la masa de agua del Río Guadarrama desde el Río Aulencia hasta Bargas (Toledo) se encuentra en un estado final «Peor que bueno», según el Plan Hidrológico de la cuenca del Tajo 2022-2027, con un estado ecológico «Deficiente» y un estado químico «Malo». Respecto a su estado químico se señala la presencia de niveles por encima de lo permitido de cipermetrina (un pesticida utilizado habitualmente en la agricultura) así como de mercurio en biota (altos niveles encontrados en peces). Preocupa la evolución de los indicadores de calidad de las aguas y las riberas de los ríos de la cuenca del Guadarrama, que no ha sido positiva.
El informe identifica el conjunto de asentamientos chabolistas en los municipios de Móstoles y Arroyomolinos como uno de los principales puntos de degradación del río. En un tramo de unos 5 kilómetros se ocupa, de forma irregular, zonas del dominio público hidráulico, de la zona de servidumbre, terrenos pertenecientes a las vías pecuarias, así como zonas de protección del Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y hábitats comunitarios. Estos asentamientos han alterado las riberas del rio (ocupación, compactación y sellado del suelo, eliminación de vegetación…), al tiempo que son un foco constante de vertidos incontrolados en la ribera y al cauce. Por otro lado, suponen un riesgo para sus habitantes ya que se asientan en zonas inundables con un periodo de retorno muy escaso.
Además de estos asentamientos, se señalan los casos de urbanización fuera de ordenación en la margen derecha del río, entre los municipios de Villaviciosa de Odón y Navalcarnero. Se trata de un conjunto heterogéneo de construcciones y viviendas que se sitúan dentro del espacio fluvial (algunas en suelos inundables) y suelos protegidos.
Del análisis de las series de fotografías aéreas se comprueba que el proceso de urbanización ilegal se ha ido incrementando y consolidando desde los años 60 hasta la actualidad, sin que la normativa ambiental existente haya servido de freno. Incluso, estas ocupaciones han ido a más desde principios de 2000. A pesar de algunas actuaciones de eliminación de infraviviendas en el dominio público hidráulico, continúan ocupadas vías pecuarias, zonas de dominio público hidráulico y servidumbre; así como zonas de protección del Parque Regional, contraviniendo la legislación sectorial tanto urbanística, como ambiental, de aguas y de vías pecuarias, entre otras.
La mala calidad de las aguas y el deterioro del tramo medio tiene efectos sobre la salud del río aguas abajo, tanto en el término municipal de Batres como en la provincia de Toledo, especialmente al confluir el río Guadarrama con el río Tajo.
El estudio identifica una responsabilidad competencial compartida por los tres niveles de la administración (local, autonómico y nacional) que lleva a vislumbrar un proceso de concertación interadministrativa como herramienta fundamental para resolver el problema.